En las últimas horas los organizadores de los eventos y los representantes del gobierno de dichos países se han expresado con respecto a la llegada de la Fórmula 1 o eventos deportivos.
En primer término el gobierno austríaco aseguró que no habría inconvenientes en disponer su Gran Premio sin público.
Hablando en una conferencia de prensa el miércoles, el ministro de deportes y vicecanciller de este país, Werner Kogler, dijo: “No queremos interponernos en el camino. Esta es una situación completamente diferente a un partido en un estadio. Varias personas se ven afectadas. Por su puesto que las reglas de distancia mínima tendrían que observarse de la misma manera, pero eso parece posible”.
Por su parte, también en la jornada de miércoles, la primera ministra de Bélgica, Sophie Wilmes, confirmó que todos los eventos multitudinarios en el país, como festivales o eventos deportivos de alto nivel, estarán prohibidos hasta el 31 de agosto. Esto incluiría al GP de Bélgica 2020, que está programado para el 30 de ese mes; por lo cual estaría prácticamente descartado.
Por último, el Gran Premio de Francia había quedado como próxima carrera y posible inicio de la temporada de Fórmula 1, ya que disputándose el 28 de junio, parecía una fecha posible una vez la situación de emergencia provocada por el COVID-19 comenzase a disiparse.
Sin embargo, el gobierno francés a través de su máximo representante, Emmanuel Macron, tomó la decisión de prohibir los eventos multitudinarios hasta al menos, mediados de julio, dos semanas después de la fecha del Gran Premio, y sin garantías de que una vez se acerque dicha fecha, se pudiera celebrar con normalidad.
A esta hora cada vez hay más dudas que certezas en cuanto al inicio de la temporada de la “Máxima” y parece que el rearmado del calendario 2020 va a tener que reverse nuevamente ya que hay países que no podrían albergar una competencia de semejante envergadura.
