El fin de semana pasado la categoría tuvo su primera fecha y se vivieron dos situaciones que pasaron de ser polémicas a peligrosas que generaron un clima muy tenso entre los pilotos y equipos
Todo comenzó cuando el de Santiago del Estero, Franco Farina, que largaba adelante en la Carrera 2, abrió la puerta de su Peugeot 308 en la largada porque tenía inconvenientes con el embrague. Una situación que se vio claramente, pero ninguna autoridad se percató de ello y pusieron en marcha la carrera.
Fue tan notable que varios pilotos no se movieron esperando que el procedimiento de largada se detuviera La final se largó como si nada. En medio de esa situación se produjeron varios toques y el de Villa Carlos Paz, Juan Ángel Rosso, terminó siendo uno de los involucrados y con su Honda dañado teniendo que abandonar.
Por otra parte, en otro momento de la misma carrera; se dio un toque entre dos autos, y uno de ellos quedó detenido en el centro de la pista. Los vehículos de rescate ingresaron en su auxilio, pero nunca se neutralizó la competencia.
Dos situaciones que demostraron que los comisarios, oficiales y directores de la prueba, que fueron designados por la Confederación Brasileña de Automovilismo, no estuvieron a la altura de la circunstancia.
Es una categoría que todavía esta en constante crecimiento y aplaudimos que así sea; pero son situaciones que no deben volver a pasar, primero por la seguridad de pilotos e involucrados, y segundo para garantizar un buen espectáculo.
LO QUE SUCEDIÓ:
